El 22 de noviembre se estrenaron los feriados de la era K (¿o pos K debería decir?) y con Andrés, que ya es el principal soporte de la construcción fuimos a gastar el material que había sobrado.
Acá debo reconocer que por un problema de horarios (llegué sobre la hora al corralón) no alcancé a comprar más, cosa que me mereció un buen reto de Mirna.
Bueno, ese lunes hicimos poco, pero importante. Plantamos las columnas para las esquinas de la casa, y algunas cositas más sin mayor trascendencia. Nos fuimos temprano, Andrés a su casa y yo a la florería.
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